How to make homemade brava sauce
Si te retamos a que pienses cinco tapas infaltables en la gastronomía española… las cinco tapas que MÁS van y vienen de bar en bar entre caña y caña, ¿cuáles te vienen a la cabeza? ¡Exacto! ¡Pensamos en patatas bravas! Pero, ¿sabes cuál es el secreto de su irresistible sabor? La salsa brava que las baña, de ahí su nombre, lógico. Entonces también es lógico que a estas alturas del partido aprendas cómo hacer salsa brava, ¿no?
Pero no, ya va. No intentes hacer trampa yendo a por el tarro de salsa que compraste en el supermercado para demostrarnos que sabes. Aquí estamos hablando de la única, la original, la insustituible salsa brava casera y que, para nuestro pesar, poco a poco se ha ido extinguiendo de los bares españoles con la llegada de la salsa brava rápida, industrializada, y aburrida.
Que la salsa común servida en tabernas no siempre sea la clásica, te podría hacer pensar que hay un gran secreto guardado bajo llave sobre cómo hacer salsa brava y lograr ese enigmático sabor picantoso que la hace inconfundible. Pero no hay misterio en lo sorprendentemente sencillo que es hacer esta salsa, y justo ahora lo vas a comprobar con nuestra receta.
Receta para hacer salsa brava
Advertencia: no hay una sola y única manera para hacer salsa brava, pues la salsa brava no salió de manuales sino de la sabiduría culinaria ibérica, de donde toma un poquito de aquí y otro de allá. Como es natural con este tipo de creaciones gastronómicas legendarias, admite variaciones.
Por ejemplo, la salsa brava madrileña se hace a base de pimentón, sin tomate, como inocentemente podríamos creer. Otras son frugales y no llevan concentrados de carne, o la carne la intercambian por el pollo, y hasta evitan especias extras. Por otro lado están las avinagradas con vino o con vinagre común y silvestre. También está la que hace tu abuela, o la de tu mamá, o la famosa que sirven en la taberna de tu barrio.
Aquí te presentamos nuestra favorita cinco estrellas.
Salsa brava receta
Aprende paso a paso a preparar salsa brava fácil.
Ingredientes
- 2cucharadasde aceite de oliva virgen
- 1cebolla mediana
- 1guindilla cayena
- 2ajos
- 1cucharadacolmada de pimentón rojo picante
- 1cucharadacolmada de pimentón rojo dulce
- 100mlde vino blanco
- 100mlde caldo de carne
- 1grlata de 400 de tomate triturado
- 1pizcade comino
- Sal al gusto
Preparación
- En una sartén calienta el aceite de oliva y sofríe la cebolla con la guindilla hasta que la cebolla se transparente. Agrega el ajo y espolvorea sobre el sofrito una pizca de sal y otra pizca comedida de comino. Cuida no abusar del comino, puede darle un sabor especiado muy pronunciado a tu salsa. Sofríe todo junto unos dos minutos más.
- Enseguida agrega mezcladas entre sí las cucharadas de pimentón rojo picante y dulce, júntalas al sofrito revolviendo con una cuchara de palo y deja que el rico polvillo se cocine con el sofrito en medio minuto. Verás cómo se transforma en una bonita mezcolanza pastosa de color rojo, pero ey, remueve y vela que no se tueste. Menos de un minuto será más que suficiente.
- Inunda todo en vino. Tapa, baja la llama al mínimo y deja secar durante 15 minutos, chequeando cada cierto tiempo que no se achicharre. Con esto lograrás que el alcohol del vino se evapore y le deje a tu salsa un interesante toquete avinagrado.
- En este punto ya tendrás un caldillo delicioso que seguirá aumentando en sabor ahora que le agregues el consomé de carne. Revuelve todo y deja que se cocine tres minutos. De inmediato ponle el contenido completo de la lata de tomates triturados, espolvorea con otro poco de sal y otro poco (recuerda que comedidde comino. Menea, y mira que ya tendrás una buena salsa que pronto comenzará a burbujear aromatizando de fragancia brava tu cocina.
- Tapa de nuevo y deja reducir de 15 a 20 minutos. Esto le dará a la salsa una consistencia densa que en otras recetas se logra agregando un puñado de harina de trigo. Nosotros preferimos obtener esa densidad como producto de la cocción prolongada, procedimiento que además permitirá exprimir al máximo tintes dulzones, picosos y adobados en la salsa. Y no lo olvides, durante este rato remueve un par de veces.
- Licúalo todo en la trituradora y de aquí pasa el licuado por un pasapurés. Si no tienes, usa un colador chino o cualquier otro tipo de colador, lo importante es que elimines impurezas en la textura y consigas una crema más fina.
Ahora simplemente deja reposar la salsa y ya.
¡Olé!… ya tu salsa brava estará lista para adobar patatas, carnes, pollos, verduras, perritos calientes, incluso para ponerle a una tortilla de patatas por encima ¡lo que quieras! Es un excelente aderezo que combina con casi todo.
Y si ya tienes la salsa pero te faltan las patatas doradas para comerla, aquí tienes la receta completa de cómo hacer patatas bravas.
¿Eres amante de las patatas? Pues prueba hacer esta receta de patatas revolconas.
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